Bs. As., 2/6/2010

VISTO la Resolución SC. Nº 1653/05, la Resolución SC. Nº1579/06, y el Expediente SC. Nº 3477/10 del registro de la SECRETARIA DE CULTURA de la PRESIDENCIA de la NACION, y

CONSIDERANDO:

Que la SECRETARIA DE CULTURA de la PRESIDENCIA DE LA NACION tiene entre sus objetivos democratizar el acceso a los bienes culturales, consolidando así una verdadera cultura democrática y solidaria.

Que para cumplir con este objetivo desarrolla una serie de programas, articulados entre sí, que contemplan la participación de los distintos actores sociales relevantes de la escena nacional.

Que el sector de las organizaciones sociales se ha constituido en un actor destacado en la implementación de proyectos sociales dado su capacidad de inserción territorial, su flexibilidad a la hora de planificar e implementar y por sobre todo, su lógica de acción centrada en los valores de la solidaridad, la equidad y la justicia social, que las erigen en las instituciones acordes para el desarrollo de programas de estas características.

Que las políticas de reconocimiento y valoración de las culturas indígenas deben tener un capítulo orientado al fortalecimiento de dichas comunidades, en tanto son ámbitos de regeneración / renegociación de las identidades y de transmisión de las creencias, costumbres, lenguas y demás características, propias de cada pueblo originario.

Que por ende es necesario que el Estado apoye los procesos de organización interna de las comunidades y fomente su capacidad de gestión autónoma de aquellos proyectos que promuevan el reconocimiento y respeto de la diversidad.

Que las organizaciones que se emplazan en zonas de alta vulnerabilidad social pocas veces cuentan con personería jurídica por la falta de capacidad técnica y el escaso acceso a recursos.

Que dictas organizaciones son las que más necesitan del apoyo del Estado para poder funcionar y mejorar sus proyectos dentro de las comunidades en las cuales se emplazan.

Que una política de redistribución de recursos justa y equitativa requiere orientar los subsidios hacia aquellas organizaciones que no suelen recibirlos.

Que la realización de una política de democratización de la cultura implica generar mecanismos tendientes a apoyar los proyectos de las organizaciones sociales con menor acceso a recursos, teniendo en cuenta su conformación y posibilidades de regularización jurídica.

Que es necesario apoyar proyectos específicos para la infancia, buscando promover el fortalecimiento de los actores sociales que vienen realizando acciones en el plano de la salvaguarda de los derechos culturales de los niños, niñas y adolescentes.

Que la Secretaría de Cultura cuenta con el Programa Cultural de Desarrollo Comunitario que otorga subsidios a las organizaciones sociales y el Programa de Promoción de las Culturas Indígenas, que otorga subsidios a las comunidades indígenas.

Que, en este marco, es intención de esta SECRETARIA DE CULTURA derogar ambos programas y crear uno más amplio y abarcativo de distintos actores sociales, denominado PROGRAMA DE SUBSIDIOS PARA EL DESARROLLO SOCIOCULTURAL, con el fin de apoyar proyectos tendientes a la inclusión social, la construcción de ciudadanía y la revalorización de la identidad local.

Que ha tomado la intervención que le compete la DIRECCION DE ASUNTOS JURIDICOS de la SECRETARIA DE CULTURA DE LA PRESIDENCIA DE LA NACION.

Que la presente medida se dicta de conformidad con las facultades conferidas por los Decretos Nº 101/85, Nº 392/86 y Nº 357/02.

Por ello,

El SECRETARIO DE CULTURA DE LA PRESIDENCIA DE LA NACION

RESUELVE:

Artículo 1º — Dejar sin efecto la Resolución SC. Nº 1653/05 por la cual se creó el Programa Cultural de Desarrollo Comunitario.

Art. 2º — Dejar sin efecto la Resolución SC. Nº 1579/06 por la cual se creó el Programa de Promoción de las Culturas Indígenas.

Art. 3º — Créase el PROGRAMA DE SUBSIDIOS PARA EL DESARROLLO SOCIOCULTURAL de conformidad con los fundamentos, objetivos y líneas que se consignan en el Anexo I, que forma parte integrante de la presente resolución.

Art. 4º — La UNIDAD SECRETARIO de la SECRETARIA DE CULTURA DE LA PRESIDENCIA DE LA NACION a través de la UNIDAD DE PROYECTOS Y PROGRAMAS ESPECIALES será la autoridad de aplicación y la encargada de la instrumentación de las medidas pertinentes a fin de lograr su efectivo cumplimiento, vehiculizando en ese sentido las convocatorias del programa.

Art. 5º — Encomendar al señor Diego Benhabib, DNI 26.398.033, la realización de las tareas inherentes a la supervisión y coordinación del mencionado Programa en sus diversas líneas.

Art. 6º — Regístrese, publíquese, dése a la DIRECCION NACIONAL DEL REGISTRO OFICIAL y archívese. — Jorge Coscia.

ANEXO I

PROGRAMA DE SUBSIDIOS PARA EL DESARROLLO SOCIOCULTURAL

Presentación y fundamentos

Las organizaciones sociales han sido uno de los actores fundamentales desde los cuales se generaron espacios donde se resistió al modelo neoliberal. Comedores, centros comunitarios, sociedades de fomento, clubes de barrio, además de los centros culturales, llevaron adelante diferentes acciones como una forma creativa para dar pelea a la injusticia en el que este sistema se basaba. La cultura fue uno de los aspectos más importantes desde los cuales se comenzó a pensar que un país con justicia social era posible. Sobre todo porque las organizaciones sociales fueron capaces de generar integración social allí donde el Estado no estaba para garantizar los derechos de todos y todas. Desde la atención de necesidades básicas insatisfechas hasta la capacitación en oficios, la promoción de conocimientos y herramientas metodológicas, la perspectiva (y la reivindicación) de los derechos estuvo siempre presente en su accionar. Y esto es fundamental en la generación de una cultura más democrática. Las organizaciones sociales son "escuelas de ciudadanía", son instituciones donde la participación social busca tener implicancias en la cosa pública; son lugares en donde las personas pueden expresarse y, mediante su accionar, modificar un estado de cosas no deseado; son espacios propicios para un ejercicio democrático en la toma de decisiones y para la construcción de un proyecto colectivo. Por este motivo, es decir, por la pluralidad de expresiones contenidas, las formas de intervención de las organizaciones sociales fueron y son de lo más diversas y abarcan todos los temas y problemáticas que atraviesan las poblaciones en situación de pobreza. Y queda claro que para poder implementar todas las actividades y todos los proyectos que vienen impulsando, las organizaciones necesitan recursos, tanto económicos como técnicos y materiales. Con este programa se ha apostado a apoyar las experiencias de las organizaciones sociales con el objetivo de fortalecer los procesos de organización social, reconociendo el enorme esfuerzo que realizan día a día estos actores para construir un país más justo.

Se ha incluido a SJ vez en la misma línea a los subsidios para las Comunidades Indígenas, que si bien tienen sus particularidades, el objetivo final es defender la diversidad cultural y promover la capacidad de gestión autónoma de proyectos. En todos los casos, se trata de emprendimientos destinados a fortalecer los procesos de recuperación y valoración de las diferentes identidades culturales, asi como también contribuir a mejorar la calidad de vida de las comunidades.

Por otra parte, y entendiendo que la política de subsidios debe ampliarse, se ha decidido orientar también la entrega de fondos a las organizaciones que no suelen acceder a recursos, aquellas que nunca han recibido subsidios del Estado Nacional o de otros organismos. Esto se hace a diferencia de muchos otros programas que históricamente han favorecido mayoritariamente a grandes organizaciones, reproduciendo la dualidad de la lógica incluidos/excluidos del acceso a los subsidios en el mismo campo de las organizaciones sociales.

De esta manera, es decir, a partir de reconocer que la persona jurídica es un recurso de poder (costoso en términos de recursos materiales como institucionales) al que no pueden acceder con facilidad las organizaciones que se emplazan en zonas de alta vulnerabilidad social, se ha creado una línea de apoyo específico a las organizaciones de base sin personería jurídica.

Este marco genera condiciones para poder cumplir con mayor profundidad el propósito de esta política dirigida especialmente a los sectores populares, donde, justamente, se apunta a la revalorización de sus vastas producciones culturales, que sin apoyo no pueden ser realizadas en toda su potencialidad. Porque la recepción de un subsidio, a fin de cuentas, influye positivamente para la organización social en dos cuestiones: el fortalecimiento de la misma hacia el interior, en tanto mejora su capacidad de gestión; y en el impacto que sus acciones generan en la comunidad, en tanto mejora la calidad de sus intervenciones.

Finalmente, este Programa de Subsidios para el Desarrollo Sociocultural contempla una línea específica para apoyar proyectos impulsados por gestores culturales para la infancia. El mismo busca promover el fortalecimiento de los actores sociales que vienen realizando acciones en el plano de la salvaguarda de los derechos culturales de los niños, niñas y adolescentes. En ese sentido, la entrega de subsidios será una herramienta para poder desarrollar aquellos proyectos socioculturales que se produzcan en el marco de la participación de dichos actores en el "Seminario de Formación de Gestores Culturales para la Infancia". El objetivo final es consolidar espacios de articulación entre el Estado y la Sociedad Civil sobre la base de la Gestión Local Asociada, a efectos de garantizar mayor sustentabilidad a las políticas locales de infancia y adolescencia que se pretendan impulsar a nivel regional.

Objetivo

Fortalecer el trabajo de las organizaciones sociales y las comunidades indígenas a través del apoyo económico y técnico para la realización de emprendimientos creativos o productivos de base cultural que promuevan la inclusión social, la identidad local, la participación ciudadana y el desarrollo regional en todo el país.

Líneas de Subsidios

a) — Línea Desarrollo Comunitario

1. Emprendimientos producidos por organizaciones cuyas acciones estén orientadas a: fortalecer el trabajo asociativo, crear, reconstruir y/o mantener espacios participativos (por ejemplo: centros culturales comunitarios, espacios de producción colectiva); facilitar el acceso y/o fomentar el consumo y producción de los distintos bienes artísticos (talleres de arte, programas de espectáculos, ciclos de cine, entre otros); favorecer la capacitación y adquisición de nuevos recursos y conocimientos por parte de agentes multiplicadores locales (intercambio de experiencias, congresos, jornadas, seminarios, entre algunos);

2. Emprendimientos impulsados por jóvenes artistas o artífices culturales, que sean miembros de una organización comunitaria y sean menores de 30 años; que fomenten la participación ciudadana, la proyección en la comunidad y/o el fortalecimiento de la identidad local.

3. Emprendimientos impulsados por grupos de colectividades cuyo fin sea la inclusión social y la revalorización de su cultura.

4. Emprendimientos de carácter audiovisual destinados a alentar el pleno ejercicio de la libertad de expresión y a superar la desigualdad informativa, a través de la producción y difusión de información referida a temas y actores sociales que tienen escaso tratamiento público, o sobre los cuales se propone una perspectiva diversa, o que se difunde en sectores marginados de los circuitos convencionales (por ejemplo: radios, cortos, documentales, agencias de noticias).

DESTINATARIOS: Organizaciones Sociales con personería jurídica otorgada por la Inspección General de Justicia y Direcciones Provinciales de Personería Jurídica correspondientes (para asociaciones civiles y fundaciones) o por el INAES (para cooperativas y mutuales).

b) — Línea Comunidades Indígenas

Emprendimientos producidos por comunidades indígenas orientados a:

1. Fomentar la diversidad cultural: difundir, rescatar, mantener y revalorizar las tradiciones, costumbres, lenguas, artes, creencias y formas de organización de los distintos pueblos indígenas del país.

2. Promover la formación para el desarrollo: formar y capacitar a los miembros de las comunidades indígenas en cualquier arte, oficio o ciencia que promueva el desarrollo comunitario.

DESTINATARIOS Comunidades Indígenas con personería jurídica nacional o provincial y Comunidades Indígenas con personería jurídica inscriptas en los organismos provinciales pertinentes como asociaciones civiles.

c) — Línea de Apoyo a Organizaciones de Base (sin personería jurídica) Emprendimientos producidos por pequeñas organizaciones que residen en territorios de alta vulnerabilidad social (villas, asentamientos, barrios obreros, zonas rurales) y que necesitan equipamiento e insumos para realizar proyectos socioculturales que dejen instalados recursos y capacidades para la producción autónoma de bienes demandados por la comunidad de la cual forman parte.

DESTINATARIOS: Organizaciones Sociales que no tengan personería jurídica, demostrando su existencia real, a través de personas físicas.

d) — Línea Gestores Culturales para la Infancia

Emprendimientos producidos por organizaciones de la sociedad civil, vinculadas al Estado en alguno de sus niveles, orientados a: generar políticas y acciones culturales direccionados a los niños, niñas y adolescentes de su entorno; promover el derecho a la recreación, la accesibilidad al patrimonio y a los bienes culturales, y el diálogo intercultural; difundir ante la sociedad en general la cuestión de los Derechos de la Infancia consagrados en la legislación vigente, con particular énfasis en los derechos culturales y la identidad.

DESTINATARIOS. Organizaciones Sociales con personería jurídica otorgada por la Inspección General de Justicia y Direcciones Provinciales de Personería Jurídica correspondientes (para asociaciones civiles y fundaciones) o por el INAES (para cooperativas y mutuales), cuyos representantes hayan participado del proceso de formación nominado "Seminario de Formación de Gestores Culturales para la Infancia".